ANIMACIÓN
SOCIOCULTURAL Y DESARROLLO CULTURAL
http://www.eumed.net/rev/cccss/20/agg.html
Anaicel Góngora González (CV)
anaicel@ult.edu.cu
Universidad de las Tunas Vladimir Ilich Lenin
Resumen
Se
valora el desarrollo cultural, reflejándose las aspiraciones y
realidades de las comunidades y asumido como la realización plena y humana del hombre. De esta manera se
desarrollan sus potencialidades, y creatividad a partir de la participación
consciente y comprometida, con una proyección de futuro. Se refleja la
importancia de la Animación Sociocultural como alternativa para proyectos de
desarrollo cultural en las comunidades, en tanto ofrece la oportunidad y los
espacios para que las personas se reúnan en grupos e inicien un proceso
conjunto de transformaciones socioculturales que contribuya a impulsar su
desarrollo cultural.
La animación sociocultural como
alternativa para el trabajo cultural puede convertirse en un mecanismo que
contribuya a estimular la creatividad,
participación, cohesión grupal y la satisfacción de las necesidades culturales
de los comunitarios. Cuenta con una serie de recursos que son eficaces para
mediante la realización de acciones culturales llevar a cabo un proceso en las
comunidades que contribuya a su transformación sociocultural.
Palabras
clave: animación sociocultural, trabajo cultural,
comunidad.
Relación entre comunidad y desarrollo cultural.
La cultura, como sistema de procesos
conscientes, se manifiesta en las
comunidades como una regularidad esencial del desarrollo social y también se
expresa en la relación dialéctica entre los procesos de preservación y
transformación de los valores culturales en los que media la socialización de
los sujetos que participan. Actualmente tiene gran importancia la satisfacción de las necesidades
espirituales y como elemento de influencia directa en la producción de medios
materiales de vida para la sociedad.
El término comunidad es ampliamente trabajado por los profesionales.
La práctica social ha demostrado la imposibilidad de lograr viabilidad en los
proyectos sociales y socioculturales de largo o mediano alcance sin la
participación de los comunitarios. Sin embargo, contrario a lo que se piensa,
el término comunidad es muy antiguo, ha sido instrumento de trabajo de
múltiples ciencias, destacándose las Ciencias Sociales.
El vínculo comunidad-desarrollo humano es
tan fuerte, que a medida que se daban pasos en la formación del hombre, se iba
desarrollando también la vida en común. En este sentido Engels escribió: “El
desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad
conjunta, y al mostrar así las ventajas de esta actividad conjunta para cada
individuo, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros
de la sociedad” (Engels,1974:69).
Héctor Arias Herrera en su artículo
Estudio de las comunidades, refiere las etapas por las que ha atravesado la
relación entre hombre-comunidad. Vienen desde la Comunidad Primitiva, donde
todo se trataba y resolvía a nivel de comunidad. Luego pasó por una fase de
desinterés por las comunidades, que se produjo fundamentalmente con el
desarrollo del estado y las naciones; esto tendió a disolver las comunidades en
el todo, contribuyendo a la eliminación de costumbres, religiones, mitos,
tradiciones, lenguas y dialectos con la imposición de un idioma oficial, una
educación estatal, lo cual tuvo su fase más aguda en la conquista de América,
donde fueron destruidas la inmensa mayoría de las comunidades de nuestros
países y de África; ello implicó una serie de pérdidas irreparables.
El lugar de la comunidad en la vida del
hombre está muy ligado al desarrollo de las fuerzas productivas y las
relaciones de producción, y se manifiesta especialmente en las formas de
propiedad. La propiedad comunitaria o territorial, predominante en los primeros
estadios del desarrollo humano, fue desapareciendo a medida que se consolidaba
la propiedad privada.
En la actualidad, la relación
hombre-comunidad se encuentra nuevamente en una fase reconstructiva, de
interacción y acercamiento positivo, que se manifiesta en tres niveles:
- El nivel sociocultural: Aparentemente, la tendencia universal que se viene manifestando en los últimos años, de rechazo a lo artificial, lo sofisticado y preelaborado, y de rencuentro con lo natural, con lo sencillo y lo simple, se manifiesta también en la orientación hacia la comunidad, la pequeña población, el barrio, el hogar, la familia. El hombre busca la existencia tranquila y las relaciones sanas.
- El nivel político: También muchos estados han dado pasos hacia una reorientación hacia las comunidades: en algunos casos de manera espontánea; en otros, como consecuencia del reclamo de grupos étnicos y sectores populares.
- El nivel científico: Los científicos también se han volcado hacia la comunidad. Este, que era un tema casi olvidado o ignorado por la ciencia, ha comenzado a ser tratado por varias disciplinas en los últimos años; principalmente la psicología, la sociología y la medicina. Así se habla ya de psicología comunitaria, como una especialidad que se ha ido desgajando de la psicología social, de la psicología de las comunidades y de medicina comunitaria o salud comunitaria. (Arias, 2003:26)
Estos tres niveles están estrechamente
relacionados; generalmente lo que motiva y atrae insistentemente al hombre común,
termina por llamar la atención del político, y ocupa también al científico.
Luego se producen hechos en los cuales, estos tres niveles se entremezclan, de
manera tal que es difícil precisar la posición y los límites de cada uno.
Como ejemplo tenemos las jornadas
internacionales sobre pensamiento comunitario, que se celebran en América
Latina, y que son una expresión de la preocupación y el interés social por las
comunidades, pero a su vez, manifiestan una posición política a favor del
desarrollo comunitario o de la sociedad comunitaria, y se desarrollan bajo una
óptica científica, de ponencias y discusiones teóricas y fundamentación
conceptual.
El problema de las comunidades también ha
llamado la atención de los organismos internacionales. La Organización de
Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Organización Mundial de la Salud, se han
pronunciado en relación con el desarrollo comunitario y la salud comunitaria y
han elaborado planes para fomentarlos. En 1948, la Conferencia Africana sobre
administración se pronunció sobre la relación y condiciones de vida-educación
del pueblo, y como consecuencia de ello, a partir de 1950 comenzaron a aparecer
numerosas publicaciones sobre comunidad, estudios comunitarios, desarrollo de
la comunidad, organización de la comunidad.
El origen de lo comunitario como
disciplina y campo de estudio se ubica en la Conferencia de Boston en 1965,
donde se oficializa la denominación de Sicología Comunitaria.
Según Héctor Arias: “La comunidad es un
organismo social que ocupa determinado espacio geográfico. Está influenciada
por la sociedad, de la cual forma parte, y a su vez funciona como un sistema,
más o menos organizado, integrado por otros sistemas de orden inferior-las
familias, los individuos, los grupos, las organizaciones e instituciones-que
interactúan, y con sus características e interacciones definen el carácter
subjetivo, sicológico, de la comunidad, y a su vez influyen de una manera u
otra, en el carácter objetivo, material, en dependencia de su organización y su
posición-activa o pasiva-respecto a las condiciones materiales donde trascurre
su vida y actividad.(2003:30)
El tipo de interacción que son capaces de
mantener los integrantes de una comunidad como individuos aislados, familia o
grupo, organización o institución laboral o social es el elemento más importante que define sus
características como sujeto social, de lo cual dependen sus posibilidades de
intervención sobre la realidad comunitaria, y en consecuencia de modificación o
transformación positiva de esta, tanto desde el punto de vista material como
espiritual, y de sus relaciones con la sociedad.
Parte de las interacciones que pueden
crearse y recrearse, a partir de los símbolos que cada miembro social, se
elabora producto de sus interacciones interpersonales define su manera de
entender y comunicar la realidad que acontece en torno a la comunidad en que se
sienten reflejados. Conlleva a moldear a dichos individuos, representando sus
intereses y buscando la transformación de lo que a su percepción es
desconocido.
De forma tal las comunidades, como forma de organización
de la vida cotidiana, deben proporcionarles a sus miembros determinadas
condiciones para el desarrollo de sus actividades vitales. La sociedad se puede
concebir como una gran comunidad, que brinda al individuo las posibilidades
para utilizar el nivel de progreso material y espiritual alcanzado por ella,
según sus necesidades.
Las comunidades deben trabajar por el
desarrollo y perfeccionamiento del modo y condiciones de vida, por el
mejoramiento del medio ambiente físico; lo que redunda en el incremento del
nivel y la calidad de vida de sus miembros, donde se han de considerar
especialmente los elementos subjetivos.
Cada día cobran mayor importancia los
estudios comunitarios, de ahí que sea
necesario remitirse a los análisis y aportes
de diferentes autores. Ezequiel
Ander-Egg, en una de sus obras más utilizada para el trabajo comunitario
titulada: “Metodología y Práctica del Desarrollo de la Comunidad”, define
la comunidad como:
“una agrupación o conjunto de personas que
habitan un espacio geográfico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen
conciencia de pertenencia o de identificación con algún símbolo local y que
interaccionan entre sí mas intensamente que en otro contexto, operando en redes
de comunicación, intereses y apoyo mutuo, con el propósito de alcanzar
determinados objetivos, satisfacer necesidades, resolver problemas o desempeñar
funciones relevantes en el ámbito local” (Ander-Egg: 1998; 33-34)
Se abordan importantes elementos que
están dentro de un enfoque sociológico como conciencia de pertenencia, la
cohesión social y mutuo reconocimiento que implica un sentimiento de aceptación
de lo propio y de los otros que encamina a la agrupación a una vida común con
conciencia de coparticipación y al disfrute del espacio de la superficie
terrestre, desenvolviéndose en
diferentes esferas de la vida social, como la comunicación, las
necesidades y problemas y sus objetivos que se tienden a alcanzar
colectivamente, así como los roles que
cada uno desempeña.
En el Manual de la Comunidad, se identifica el término como el alcance
espacial y social de un conglomerado humano dentro de límites definidos por la
propia comunidad, cuando señala que el conjunto de personas comparten una
infraestructura física y de servicios y mantienen relaciones sociales,
productivas y culturales permanentes; no se tiene en cuenta la vida espiritual
de las personas ni sus relaciones con el entorno.
Sobre el tema José María Quintana,
expresa:
“La comunidad está constituida por
aquellas instituciones e individuos con los cuales nos relacionamos
personalmente, afectivamente con conciencia de que estamos compartiendo muchas
cosas dentro de un espacio vital concreto que tenemos en común, y en el que
participamos de ciertas vivencias colectivas. La comunidad constituye, pues,
tanto para las personas como para los grupos, una importante unidad de vida y
de relación. La comunidad complementa nuestra identidad personal dándonos una
identidad social, y nos proporciona servicios y, con ello, seguridad, según
podemos constatar, que la vida de los individuos se halla condicionada por su
comunidad. Convendrá, pues, que cuidemos ésta, que la preservemos, la
mejoremos. La elevación del nivel de la comunidad comporta una elevación del
nivel de su gente” (Quintana 1997; 11).
Se precisan algunas ideas que ubican la
importancia de su existencia en la preservación de la vida. Las ideas antes
analizadas no tratan la dimensión cultural, y por ende, no asumen los componentes
de ella que para el trabajo en la
comunidad son imprescindibles y que permite caracterizarla de una manera más
integradora y global, ellos son: patrimonio cultural, memoria histórica e
identidad cultural.
Resulta interesante el artículo
Hacia la creación de una comunidad cultural de países de habla española,
de la investigadora Lola Vargas, donde señala:
Hablar de "comunidad" es hablar
de COMUNICACIÓN….Para que exista una "comunidad" debe existir un
elemento básico que cohesione al grupo…el único elemento que podría cohesionar
-en esencia un grupo humano-; es decir, estructurar una "comunidad"
es la COMUNICACIÓN. Se entenderá por COMUNICACIÓN,…el RESPETO por la
interdependencia de intereses, sentimientos valóricos, de los individuos como "persona-individuo"
y como "persona-sociedad" que componen una comunidad y/o una sociedad
(Vargas; 1992: 12).
Se destaca la importancia de respetar las
posiciones de los hombres en cuanto a sus intereses y valores, se realiza un análisis del lenguaje y el
respeto como bases innegables en la existencia de una comunidad. Obliga a
pensar sobre la necesidad de trabajar en la comunidad atendiendo sus
diferencias y teniéndolas en cuenta de forma tal que cualquier intervención en
la misma esté basada en sus necesidades.
Lo anterior demuestra que se
facilita al investigador la descripción
y explicación del cúmulo de conceptos, o definiciones originadas en sus vidas
cotidianas en el curso de las comunicaciones interindividuales. Dichas
representaciones sociales, deben analizarse para llegar a la objetivación que
lleva a la transformación de los aspectos abstractos intrínsecamente
manifestados en sus opiniones en resultados concretos, llevar sus pensamientos
a realidades, sus conceptos convertirlos en imágenes.
Estos aspectos sirven para definir los
grupos sociales que, como participantes de la vida sociocultural expresan
libremente lo que piensan y sienten. Es una vía, además, para tener presentes
sus verdaderas necesidades, aspiraciones, inquietudes, conociendo el grado de
influencia que desde su modo de ver, ha logrado la comunidad en su labor educativa, cultural, informativa,
instructiva.
Desde el Programa Nacional de Cultura
Comunitaria se refiere la dialéctica y evolución social de las relaciones
interpersonales del hombre en la transformación ambiental de él y su entorno,
abre la posibilidad de tener o no un espacio geográfico determinante cuando
aborda la categoría comunidad planteando:
“Es el espacio de interdependencia y
desarrollo de las relaciones interpersonales socializadas encaminadas a la
transformación social ambiental del hombre y su entorno que puede o no
asociarse a un determinado espacio geográfico”. (Programa Nacional Cultura
Comunitaria 1999: 3)
En
el proyecto de trabajo comunitario integrado hay un mayor grado de
acercamiento a lo que podrían llamarse herramientas para enfrentar el
desarrollo comunitario. Se concibe la comunidad:
“El espacio físico ambiental
geográficamente determinado, donde tiene lugar un sistema de interacciones
socio políticas, económicas que producen un conjunto de relaciones
interpersonales sobre la base de necesidades. Este sistema resulta portador de
tradiciones, historia e identidad propias que se expresan en identificación de
intereses y sentido de
pertenencia que diferencian
al grupo que integran dicho
espacio ambiental de los restantes” (Programa de Trabajo Comunitario Integrado,
2000)
Se incluyen categorías importantes para
los estudios comunitarios: tradición, identidad, historia, que fortalecen
sentimientos de unidad, igualdad de intereses, apego a lo que les es propio y
los distingue de los demás. Elementos referidos a la cultura aún cuando esta no
se manifiesta de forma explícita. Así como las interacciones que se palpan en
este contexto.
Las categorías anteriormente señaladas
son integradas en el criterio siguiente de
Rafaela Macías Reyes en el proyecto Universitas diseñado para el Centro
Universitario de Las Tunas:
“La comunidad es una categoría social que
expresa un tipo de relaciones humanas, es un lugar de convivencia, un
territorio donde los actores sociales que la integran actúan e interactúan en
función de alcanzar metas y propósitos comunes compartiendo las condiciones
básicas sociales, históricas, culturales, ambientales de la vida. Comunidad
indica el grupo humano en sus manifestaciones primigenias, está íntimamente
ligada a los conceptos de cooperación y
desarrollo que le imprimen a la sociedad
un sello característico, una forma de vida colectiva, que la constituye en
unidad compleja en permanente transformación
y la distingue de cualquier otra haciendo que en ella se generen y
desarrollen los sentimientos de solidaridad y de identidad que cohesiona al grupo
y le imprime estabilidad y permanencia” (Macías 2003; 19)
Se refiere a la comunidad en estrecha
relación con términos tan importantes como desarrollo y cooperación, pues sin
la unión de todos los miembros de la
comunidad es imposible el avance ante
cualquier dificultad a afrontar y ahí es donde radica la idea de desarrollo
endógeno al lograr metas superiores utilizando recursos propios; de esa forma
se imprime un sello propio, único y distintivo a la colectividad que es capaz
entonces de generar sentimientos identitarios que la distingan lográndose mayor
sentido de pertenencia y unidad en el colectivo.
Otro aspecto importante a tener en cuenta
en el estudio de las comunidades es la defensa de la diversidad cultural que
debe hacerse dentro de ellas a partir de un enfoque desde el derecho de la
cultura y que es abordado por Lilian Álvarez Navarrete.
Más allá de disímiles definiciones la comunidad resulta una unidad social donde
confluye un agrupamiento de personas con un modo determinado de organización,
que se vincula a necesidades e intereses comunes, que construye
representaciones y valores, relaciones y responsabilidades, acciones y sueños,
y que se desenvuelve en un área
geográfica y se concreta en una vida
cotidiana, donde el individuo puede encontrar satisfacción a sus necesidades
biológicas, sociales, culturales y económicas; elementos todos que generan en
su integración, un sentido de
pertenencia indispensable para el ser humano.
La comunidad constituye un conjunto de
personas que viven en un terreno geográfico determinado relaciones e intereses comunes sobre la base
de necesidades. Resulta portadora de tradiciones, historia e identidad propias
que se expresan en la identificación de intereses y sentido de pertenencia que
diferencian al grupo que integra dicho espacio
de los restantes.
Dentro de las comunidades que actualmente
juegan un papel importante en el impulso de la sociedad, está sin duda alguna
las universidades como instituciones culturales donde se reúne una parte
importante del saber humano. Tiene una marcada responsabilidad social, que se
concreta a partir de la concepción actual de la dimensión social de la cultura,
de la dimensión cultural del desarrollo y se materializa en el mejoramiento de vida de la sociedad.
El trabajo de extensión que en ella se
realiza potencia y enriquece la formación cultural por diferentes vías, al
favorecer un entorno donde el estudiante se sienta y comporte como
universitario el plano de su disfrute cultural e ideológico, con un alto nivel
de sensibilidad y de identidad con su centro.
Para lograr este propósito los educadores
deben agudizar la capacidad perceptiva, el sentido crítico, las facultades
creativas y la capacidad para repensar la implementación de valores
trascendentes; de manera que se forme un profesional altamente calificado y con
una cultura general integral.
Las comunidades, entre ellas la
universidad, están vinculadas con el
término desarrollo. Todos los logros científico-técnicos y culturales, de
calidad de vida logrados en las universidades son una expresión de su desarrollo cultural.
Cuando se
relaciona la significación de la comunidad para el desarrollo del hombre
y las contingencias a las que se enfrenta
la humanidad y su existencia en los momentos actuales, se encuentran las
razones de partida para el rol estratégico y determinante que se le concede hoy
al desarrollo comunitario y su énfasis en lo sociocultural. Por esto:
“La cultura como forma de ser y hacer
conocimiento adquirido actúa como fuerza socializadora capaz de transformar la
sociedad. Por su dinámica la cultura es entonces agente de cambio y factor de
desarrollo al comprender todo el sistema de creación del hombre tanto en lo
material como en el plano espiritual, y por lo cual adquiere particular
significación social como indicador que expresa el grado de dominio del hombre
de las condiciones de su existencia en las distintas fases del desarrollo
social.” (Guadarrama y . Peregrin; 1990:87)
Hablar del término desarrollo es
relevancia si se tiene en cuenta la explosión cultural actual y la multiplicidad de acciones que
se llevan a cabo en el ámbito cultural
cubano. Son diversos los usos que se le
ha dado, en dependencia del momento, contexto histórico, posición social,
ideológica o punto de vista.
Su incorporación a las Ciencias Sociales
se produce a mediados del siglo XVIII para caracterizar los procesos graduales
de cambio social. Está muy relacionado
con los vocablos transformación, evolución, cambio, crecimiento y maduración,
empleados con mucha frecuencia en el campo social.
Luego de
la Segunda Guerra Mundial (1945), y
a partir de la constitución de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la categoría desarrollo
cobra un nuevo significado en el campo de las ciencias sociales y comienza a
ocupar mayores e importantes espacios
con la participación de los intelectuales del mundo. Su nombre suele
presidir congresos, foros, encuentros, programas y proyectos de la más diversa
índole.
Esta categoría ha sido puntal en el
impulso de la teoría cultural, los estudios realizados en torno a ella han
contribuido a enriquecer el papel que la cultura está llamada a
desempeñar, en el alcance de una vida
más plena. Desarrollismo, desarrollo cultural, dimensión cultural del desarrollo,
desarrollo integrado, desarrollo sostenible, desarrollo local, desarrollo
endógeno, ecodesarrollo y desarrollo sustentable son categorías que, de una
forma u otra, han estado presentes en las políticas culturales en los
diferentes países.
Durante las décadas 50 y 60 del siglo pasado
se aprecia una intención manifiesta en la práctica a reducir la categoría
desarrollo a los estrechos márgenes del simple crecimiento económico. “El
aspecto social y cultural del desarrollo, en su sentido más holístico, no se
tiene en cuenta para nada”. (Hernández; 2004:10). Actualmente se reconoce a la
cultura como un factor implicado en los problemas del desarrollo.
No se trata de integrar la cultura al
desarrollo, ni el desarrollo a la cultura; se trata de ubicar el punto de
destino en el mejoramiento, en el crecimiento integral y armónico del hombre y
la sociedad, de garantizar el desenvolvimiento pleno de las capacidades y
potencialidades del ser humano; con el hombre proyectando, haciendo y evaluando
sus resultados, lo que supone una ampliación de sus niveles de participación,
desde programas capaces de propiciar una acción sostenida y sistemática.
En la década (70-80) se habla desde la perspectiva de la
integración de todos los recursos: físicos, económicos, y sociales y se
proponen de igual modo estrategias globales. En ese sentido se observa la
intención por parte de algunas
instituciones y universidades de adentrarse en los análisis de un corpusde
principios básicos que pudieran enriquecer la teoría vigente sobre la categoría
desarrollo, con el propósito de remodelar y actualizar las definiciones
existentes y otorgarles un peso mayor a la proyección social y al papel del
hombre como sujeto y objeto del desarrollo.
A fines de los ochenta se aprecian
intentos por llamar la atención de las Naciones Unidas hacia una
particularidad, que en última instancia
deviene generalidad del desarrollo, y
que es precisamente el Desarrollo Cultural, el cual asume la aceptación del carácter
global y abarcador de la cultura.
Según el investigador cubano Guillermo J.
Hernández Rodríguez
“La categoría desarrollo cultural
pudiéramos definirla como un proceso a través del cual un estado, o cualquier
ámbito territorial, incluyendo el municipio, la comunidad y en una escala más
reducida, el barrio, incrementa la participación de la población en la vida
cultural y promueve la creatividad de todos los ciudadanos. De igual modo
defiende su identidad y diversidad, ajustándose a las condiciones históricas - concretas de su contexto y a un
proyecto de futuro…desarrollo cultural reviste características de proceso, en
el cual deben actuar un grupo de factores implicados, llámese estado, gobierno,
o asociaciones municipales, comunales u otras, que tengan prestigio e
influencia en las decisiones”(2004:14).
El concepto de desarrollo cultural se fue
insertando en el discurso teórico, en la misma medida en que los criterios
desarrollistas y economicistas iban cediendo terreno ante los resultados
desastrosos de tendencia en el contexto
social y cultural. Esta realidad expresa la necesidad de producir cambios en
las concepciones que impulsan los procesos de desarrollo, y ese cambio solo
puede producirse desde una concepción cultural no solo del desarrollo, sino de
la economía en general.
El desarrollo de la cultura se manifiesta
cuando el hombre crea un mundo variado, las bases materiales y espirituales de
su existencia. Ello en primer lugar requiere de promover variaciones en el
contenido y enfoque de las políticas culturales, lo que no debe significar la
mera adopción directa del mundo de los conocimientos, modos de vida o
experiencia de una región; es necesario tomar en cuenta que el desarrollo
local, nacional y regional esté en relación con sus valores y con su
cultura propia.
En
Cuba, al triunfar la Revolución en 1959,
sus objetivos se integraron a las transformaciones que propician en las
diferentes esferas de la vida social, ocupándose el Gobierno Revolucionario de
convertir en realidad el desarrollo social y cultural para las grandes
mayorías.
En 1961 quedó definido el propósito de la
Revolución de desarrollar la cultura; al respecto, el Comandante en Jefe Fidel
Castro en Palabras a los intelectuales afirmó: ¨Y lo mismo que la revolución se
preocupa por el desarrollo de la condiciones y de las fuerzas que permitan al
pueblo la satisfacción de todas sus necesidades materiales, nosotros queremos
desarrollar también las condiciones que
permitan al pueblo la satisfacción de todas sus necesidades culturales”
(Almazán del Olmo;2001:105).
Para ampliar todas las necesidades
culturales del pueblo es que se estudia en Cuba
la obra Cultura para el desarrollo de Armando Hart Dávalos la cual
refiere en su prólogo:
“La relación entre cultura y desarrollo es
simplemente vital y estratégica porque ella abarca problemas que están en el
centro mismo de la contemporaneidad cubana, latinoamericana y universal…porque
dada la trascendencia y la dimensión universal del desafío planteado a todos,
no es un asunto sólo de coyuntura política inmediata, sino de calado
estratégico”(Osvaldo Martínez,2001:9)
Esa relación formula líneas de reflexión
a preguntas sobre el futuro de nuestra especie, pues la dimensión cultural es
la que integra el mayor número de factores económicos, sociales, éticos,
jurídicos y estéticos; siendo este un proceso multifacético e integral. La
cultura nos da la medida de la calidad.
Esta es una de las razones por la que en
Cuba se han creado al fragor de la Batalla de Ideas las escuelas de
Trabajadores Sociales y las de Instructores de Arte, para poner al alcance de
todos los logros, que en materia de cultura, tiene el país pues “…nuestro país
no podría resolver los problemas que hoy confronta sin vincular la cultura a la
problemática social y económica.”(Hart, 2001:2)
Al respecto Rufo Caballero en su artículo
Felicidad cubanos: ustedes son lo máximo destaca:
“…Una cultura auténtica, que se precie y
que se quiera, no vive de exclusiones, sino de incluir, de presuponer…..Nada
hay más sagrado que el nervio de la cultura popular.
….La verdadera cultura no mira por encima
del hombro; conoce que para todo hay un momento en la vida, y que si el
refinamiento ayuda a vivir con atención al rigor y la calidad de las emociones,
la sabrosura, la sadunga y la gracia del cubano son valores no menos nobles”
(Caballero:2007:6).
Cuando se habla de cultura no se puede
excluir ninguna concepción venga de la clase social que venga, se trata de
incluir todas las opiniones pues son todas importantes para desentrañar la vida
de un país; sobre todo si está en desarrollo como es el caso de Cuba. Por esta
razón se estudian la mayor cantidad posible de comunidades con sus experiencias
mezclándose las ideas del pueblo con las de sectores más refinados.
Por su parte Claxton Mervyn advierte:
“No puede existir un desarrollo realmente
satisfactorio y sostenible que no reconozca y utilice la fuerza vitalizadora de
la cultura y haga caso omiso de los estilos de vida, sistema de valores,
tradiciones, creencias, conocimientos y aptitudes de la comunidad, el
desarrollo solo puede prosperar cuando, está arraigado en la cultura y
tradición de cada país, porque es un proceso global vinculado a los propios
valores de cada sociedad y que exige una participación activa de los grupos e
individuos que son tanto los autores como los que se benefician con este
proceso. (1998: 7).
Esta posición aporta reflexiones importantes en torno a la
concepción del desarrollo al reafirmar que este es parte intrínseca de la
cultura, no puede existir como algo independiente, porque entenderla así, sería
una idea sin consistencia en la realidad ya que
una estrategia que incluya la
dimensión cultural, constituye un enfoque integral que no comprende únicamente
actividades concretas de desarrollo en sectores claves sino, que también
intenta utilizar las energías creativas del pueblo, para encontrar soluciones
locales a sus problemas.
Las razones que han llevado a la
ampliación de este paradigma son
abordadas por Sonia Almanzán del Olmo en El valor de la cultura, pues “La comprensión y el reconocimiento de que el
desarrollo cultural es tan importante para el bienestar como el crecimiento
económico ha ganado terreno.”(Almanzán del Olmo ,2001:125). Se destaca que:
- “En primer lugar, y dado que la cultura configura nuestra forma de ver el mundo, cada vez se extiende más la idea de recurrir a lo cultural en búsqueda de energía e inspiración.
- En segundo lugar, las industrias culturales juegan un papel económico cada vez mayor en el contexto de la liberalización de los mercados y los procesos de integración.
- En tercer lugar, la información y las imágenes que impulsan cada vez en mayor medida el desarrollo de la economía mundial empiezan a transformar los modos en que se crea, comunica, disfruta y, dirían algunos, incluso se define la cultura”(Ob cit).
La cultura puede servir para explicar y
comprender aquello del pasado que continúa impidiendo en el presente un
desarrollo, un desenvolvimiento más cabal, pleno y, además, para ayudar a los
actores sociales a conocer sus verdaderas capacidades creadoras y a lograr su realización cultural y social.
Se valora de forma amplia y profunda la
concepción globalizadora de la cultura, así como su influencia en el
desarrollo, se aprecia una proyección a la formación integral del individuo y
de este en función de la comunidad, como
impulsora del progreso sociocultural, de la preservación y enriquecimiento de
su patrimonio cultural, a través de la necesaria interacción y la participación
activa y creadora de todos los factores implicados en el proceso de cambio,
dirigidos a mejorar la calidad de vida y el logro del autodesarrollo individual
y colectivo que se nutre y enriquece a partir de la igualdad de oportunidades,
respeto mutuo y aceptación de la diversidad cultural.
La categoría desarrollo cultural ha
estado asociada, en su acepción más elevada, con diferentes enfoques, que
transitan desde el economicismo, hasta la tendencia actual de la
sustentabilidad. Cuando se habla de la cultura como factor de desarrollo, no se
está ante un enfoque nuevo, lo novedoso es que en los debates internacionales
su perfil es más propio y amplio porque el panorama cultural del mundo se ha
transformado significativamente, moviéndose desde una visión pasiva de la
cultura, hasta una más activa que la sitúa como protagonista y factor de
cambio.
El desarrollo cultural implica el
crecimiento espiritual de los
comunitarios producto de su actuación creadora y comprometida en el proyecto
sociocultural que se está diseñando. Es una condición del desarrollo integral,
reflejado en el nivel de desarrollo individual y colectivo que se llega a
alcanzar en las diversas esferas de la cultura. Debe asumirse como la
realización más humana del hombre, sustentado en un proyecto de futuro que le
permita ampliar todas las capacidades, potencialidades y creatividad.
La animación sociocultural
como alternativa para proyectos de desarrollo cultural.
La época en que nos ha tocado vivir se
caracteriza por un cambio social rápido, unas estructuras familiares
cambiantes, una población que envejece, una mayor participación de la mujer en
la vida laboral y una flexibilidad
creciente de la tecnología que conecta a las personas alrededor del mundo.
Estas condiciones exacerban algunos
problemas que presionan en la cotidianidad,
lo que impulsa a buscar nuevas alternativas en las que no se había
pensado o no se había evaluado su importancia para el desarrollo cultural de la
sociedad.
Por consiguiente, “es necesario examinar
los espacios y condiciones locales específicos, y buscar la forma de que estos
espacios puedan adaptarse, reaccionar, resistir o transformarse creativamente
ante las amenazas y oportunidades procedentes del exterior” (de l Informe
Mundial de Cultura citadas por Sonia
Almazán del Olmo y Pedro Torres Moré Panorama de la Cultura Cubana 2006:133).
Hacen falta nuevos enfoques a fin de
tratar eficazmente los problemas que tienen relación con el desarrollo
sociocultural de la población en el futuro. La animación sociocultural es
una alternativa que podemos usar con
este fin.
Es en Europa Occidental desde la década
de 1960 donde comienzan a
realizarse un conjunto de iniciativas
que perseguían cubrir las desigualdades culturales a través de estimular el
papel protagónico de amplios sectores poblacionales de acuerdo con sus propias
inquietudes y libres del predominio y la explotación comercial. Estas
iniciativas fueron denominadas por los analistas animación cultural.
Se organizaron fiestas populares y
actividades en apoyo al trabajo educativo formal. Estas iniciativas, de gran
creatividad en muchos casos, tuvieron un carácter fragmentario porque fueron
consideradas por los sectores de poder como marginales.
Por esa misma época en América Latina se
hicieron acciones de corte social a las que se les llamó desarrollo comunitario
y proyectos de tipo cultural que generalmente se hallan asociados a la educación popular.
Sonia Almazán en su libro Cultura Cubana
Siglo XX (2004) al señalar que estas
acciones se conocen con el nombre de programas de promoción cultural tuvo en
cuenta el criterio de Ezequiel Ander Egg en su obra La promoción sociocultural
en América Latina un estudio de casos en Costa Rica, Ecuador, México, Argentina
(1986:5) cuando se basa en que:
…”el objetivo último de las mismas en
América Latina consiste en impulsar el surgimiento y consolidación de las
organizaciones de base y la movilización del pueblo para lograr una nueva
sociedad: se promueven y generan procesos de participación popular para la
búsqueda de modelos alternativos capaces de sacar al pueblo de su situación de
subdesarrollo y dominación”.
A partir de estas experiencias de la
sociedad civil, los estados se proponen políticas en las que de una manera
gradual van readecuando estrategias relacionadas con la animación sociocultural
para generar desde la propia comunidad el desarrollo cultural de la misma
logrando que estas salgan de situaciones de dominación externa si es que
existen.
El trabajo cultural con la metodología de animación sociocultural en el
ámbito mundial se encuentra avalado por la existencia de varias publicaciones
de pioneros de estos estudios en: Francia,
España, Bélgica, Canadá y del área latinoamericana algunas experiencias
de estudios aportados por países como Venezuela, Brasil, Nicaragua,
México, Cuba y Argentina.
De manera general, todas han abordado las problemáticas
fundamentales de la animación sociocultural, partiendo de sus propias
realidades. Cada autor enfoca el suyo en consonancia con su concepción del
mundo, su época, metodologías y modelos; elementos que a la luz de nuevos
análisis le permiten al crítico negar, modificar o enriquecer conceptos.
Se obtienen como resultado generalizaciones o generalidades para la aplicación de la animación:
conceptualización, esencia, metodología, elementos característicos, operación
en escenarios diversos, formación de animadores socioculturales, así como también valoraciones de experiencias
muy concretas en regiones específicas de
cada uno de estos países que describen y muestran un trabajo diferenciado con
diversos grupos etéreos (animación con niños, jóvenes y tercera edad), en
condiciones características (con discapacitados, en sistemas hospitalarios,
instituciones públicas como escuelas, universidades).
La animación sociocultural como
alternativa para proyectos de desarrollo
cultural es una problemática actual objeto de estudio por diferentes
profesionales y discutido en eventos nacionales e internacionales convocados
por diferentes organismos como la UNESCO, el Ministerio de Educación Superior,
el Ministerio de Educación , el
Ministerio de Cultura y otros.
Respecto a la animación sociocultural
existen diversos autores que se han dedicado a su análisis a partir de disímiles
enfoques, entre ellos el francés Pierre Besnard en su Obra “ El animador
sociocultural . Funciones, Formación, Profesión “, define a la Animación
Sociocultural:
“Es un método de organización del ocio,
con acepción ocupacional del tiempo libre de los individuos, o movimiento
social de emancipación de las masas, que
debe servir para la expresión de una
verdadera cultura popular, algunos piensan que es un seudónimo de la ideología
participacionista que permite una evolución social sin conflictos….” (Besnard;
1986: 149)
Se enfatiza en la significación que
reviste el animador sociocultural como promotor de los procesos culturales;
destaca la naturaleza y las funciones que debe desarrollar como agente
protagonista del desarrollo sociocultural.
Este autor en su obra "La Animación
Sociocultural", precisa:
"En relación con las exigencias creadas
por los cambios permanentes de la sociedad moderna, la animación aparecerá como
un fenómeno esencial, tan pronto compensador como regulador, catalizador,
reductor de la obsolescencia cultural, renovando aquí los comportamientos, las
actitudes, permitiendo la adaptación y la autonomía; la animación es la
respuesta social que el sistema introduce para ciertas necesidades específicas
que le plantea su evolución"(Besnard,1999:20-21).
En estas ideas se destaca el papel de la
animación en el proceso de transformación que puede producirse en un grupo
humano que participe en los procesos de animación sociocultural, al significar
la necesaria preparación del animador sociocultural como coordinador de los
procesos culturales de participación, elementos vitales para el logro del
proyecto.
Por su parte el español Tony Puig en su
obra, “ Animación Sociocultural , cultura y territorio “, define la animación
sociocultural como:
“ Métodos de Intervención Territorial que
desde la cultura, facilitan a personas
con deseos y necesidades no satisfechas, la posibilidad de reunirse en grupos
para iniciar un proceso conjunto, marcarse aquellos objetivos que les
afecta”(Puig,1998: 16)
Este autor hace énfasis en la relación, entre
animación e identidad cultural que se expresa, en la concientización por los
comunitarios de su papel como sujetos
históricamente formados en su propio entorno,
conciencia que se traduce en la identificación de aquellos valores, que no solo lo identifican en su propio país,
sino que los distinguen de otros territorios y naciones, destacando lo
autóctono de una nación, comunidad, barrios, localidad, partiendo de lo más
intrínseco.
Fernando Cembrano, David Hernández y
María Bustelos en “ La animación sociocultural
una propuesta metodológica”, define la animación sociocultural como “un
proceso que se dirige a la organización de las personas para realizar proyectos
e iniciativas desde la cultura y para el desarrollo social”. (Cembrano, 1992:
43)
Presta atención a la unidad entre
categorías como animación y participación, definiendo esta como un elemento
esencial de la animación para promover
la transformación del propio sujeto, porque contribuye a un compromiso del
individuo.
José María Quintana en “Fundamentos de la animación
sociocultural“ destaca el desarrollo del sentimiento de pertenencia a la
comunidad, cuando define la animación sociocultural:
“Como un estimulo mental físico y emotivo que en un sector determinado incita a
la gente a iniciar una gama de experiencias que le permitan expandirse y
expresar su personalidad y desarrollar en ellas el sentimiento de pertenencia a
una comunidad sobre la cual ejerce influencia “. (Quintana 1992:223)
Otro estudioso del tema: Gm. Parkyn, enfatiza en la calidad
de vida de la población mundial dándole un lugar destacado a la cultura para la
transmisión de los valores humanos, considera “es el hombre concreto, el hombre
cotidiano, quien es capaz no solo de transformar el medio que lo rodea, sino de
transformarse asimismo a través de la animación”. (Paryn 1976:81)
En Cuba el escenario en el que se
inscribe la animación sociocultural
deviene proceso dirigido, en primer lugar, a la promoción de valores del
patrimonio local y nacional, lo que a su vez dinamiza el desarrollo de la
Identidad cultural en ambos niveles. Se promueve los bienes y valores del
patrimonio cultural por encontrarse en él lo más valioso que ha creado no sólo
el hombre cubano, sino además, lo creado por la humanidad. En el patrimonio se
encuentran las diversas maneras en que las generaciones pasadas han
interpretado su realidad plasmándola en sus obras y proyectándolas en los
valores.
La Master Oilda Suárez con el trabajo:
Carrusel. “Proyecto de animación sociocultural para la integración de niños
ciegos y videntes en la comunidad”
puntualiza la importancia de la animación dentro del marco
comunitario, donde alcanza su máxima expresión, definiéndola
como: “Conjunto de prácticas que tienen como finalidad el desarrollo de
iniciativas y la participación de los comunitarios en el proceso de su propio
desarrollo y la dinámica global de la vida sociopolítica en la que están
integrados”(Suárez, 1998: 12).
De positivo se evalúa el tratamiento teórico que aporta la autora
sobre la animación sociocultural en el marco comunitario. No obstante
con la experiencia existente no debe operarse esta categoría sobre
acciones prácticas únicamente, se debe
buscar equilibrar lo teórico con la práctica, además si el escenario de acción
principal para el estudio es la comunidad, por qué no insertar la dinámica
cultural en relación con la social y lo político para lograr una integralidad
en la transformación deseada.
Unicornio, propuesta metodológica de animación sociocultural
para el trabajo cultural comunitario, del colectivo de autores de la
Universidad de Oriente, ofrece una invitación
para el estudio de esta joven disciplina en diferentes comunidades de la
región oriental del país. Estos autores
han tomado la cultura como sustento de la animación, irradiándose al expresar:
“ La animación sociocultural ha tomado la cultura, precisamente por la urgencia
de movilizar consentido protagónico a las grandes colectividades e individualidades para hacer
de la cultura su objeto de
transformación“ . Ellos refieren:
“La Animación Sociocultural es un proceso complejo, inscrito en el desarrollo cultural de las comunidades,
asociaciones institucionales, sectores grupos dirigidos al logro de la real
participación de la sociedad en la cultura. En este proceso, la animación
sociocultural descubre las formas prácticas de facilitar la incorporación del
desarrollo cultural, no sólo la memoria histórica, las tradiciones, costumbres,
sino también, las nuevas propuestas de alternativas para la conservación,
defensa y desarrollo del patrimonio cultural, la identidad cultural y la
cultura” (Colectivo de autores ,1996:6).
Son valiosas las ideas valoradas por el
colectivo de autores del Proyecto Unicornio en cuanto a la animación sociocultural.
En sus análisis dejan establecidos que la animación sociocultural se nutre y
auxilia del contenido de un conjunto de categorías imprescindibles para el
desarrollo de una labor cultural más
eficiente como: cultura, participación, promoción, desarrollo cultural, memoria
histórica, identidad cultural, cada uno contribuye con su aporte conceptual a
la conformación de un cuerpo teórico sólido que permite llevar a cabo con una
dirección científica los procesos socioculturales desde la animación sociocultural.
De todo este análisis podemos considerar
que la animación sociocultural puede ser valorada desde diferentes puntos de
vista y formas según la arista desde la cual se enfoque su estudio. De esta
manera es factible concebirla atendiendo
a dos de sus características:
Como un proceso encaminado a organizar y
promover las acciones de las personas para gestar proyectos de desarrollo
endógeno desde la cultura y para el desarrollo social, como una metodología
participativa dirigida a estimular la intervención de grupos en la
interpretación y solución de problemas de carácter sociocultural de las
comunidades.(Colectivo de autores, 1996:17)
La animación sociocultural propicia el
desarrollo de una actuación que revela el compromiso que el hombre contrae con
la comunidad donde se desenvuelve, explicitando conductas, las cuales permiten
evaluar su realidad, incorporar la memoria histórica, proponer posibles soluciones, propiciar procesos de concientización y encarnar
estrategias de desarrollo cultural.
La animación sociocultural es un
instrumento polivalente, utilizable para todos los tipos de culturas y para
todos los públicos. Aparece como una estructura intermediaria entre la creación
cultural, la difusión y el público. Puede ayudar a comprender los mecanismos sociales, a reproducirlos, puede hacer más
responsables a los individuos, hacer que confíen en sus proyectos, facilitar la
integración de los marginados. Permite la educación, el aprendizaje personal
autónomo y racional, facilita el acceso a fuentes de documentación. Brinda los
métodos científicos para investigar y establecer relaciones con los
investigadores especializados, brinda la
posibilidad del ejercicio de un espíritu
crítico. Perfecciona permanentemente, se reciben todas las formas de cultura
para poder transmitirlas y llegar a ser creador. Permite la adaptación e
integración de los individuos, su
socialización, los prepara para cambios múltiples.
La animación sociocultural por sus
características, esencia, rasgos principios y objetivos, puede constituir una alternativa
efectiva para lograr la participación y la transformación en las diferentes
instituciones culturales.
Fundamentales son los aportes del texto Práctica Laboral de Rafaela Macías donde se
presentan valoraciones integradoras de
las categorías y elementos de la animación, desde la práctica en nuestro
contexto social. La definición que emplean,
referida a la animación como alternativa
participativa dirigida a estimular la interacción y el protagonismo de
las personas, es herramienta básica en la elaboración de proyectos socioculturales. Aquí se señala:
“La Animación Sociocultural contribuye a que
las personas identifiquen sus posibilidades, por lo que influye en la
confianza, capacidad y potencialidad creativa e innovadora del hombre como constructor y consumidor de su propia cultura que lo dirija hacia el
desarrollo social. Actualmente se presenta como una metodología rectora de
procesos participativos en grupos gestores
porque rechaza el enfoque de la participación sólo como asistencia, su
naturaleza apunta a que la población
desempeña un papel fundamental en su transformación sociocultural y en su
desarrollo cultural.
La Animación Sociocultural se convierte
en una alternativa para promover la
participación efectiva y concreta de la comunidad o grupo social en la fijación de prioridades,
la toma de decisiones y la elaboración y puesta en marcha de estrategias de
planificación para alcanzar un mejor nivel de cultura, la fuerza motriz de este
proceso proviene del poder real de las comunidades, de la posesión y del
control que tengan sobre sus propios empeños y destinos. El desarrollo de la
comunidad se basa en los recursos humanos y materiales con que cuenta la
comunidad misma para estimular la independencia y el apoyo social, así como
para desarrollar sistemas flexibles que refuercen la participación pública y el
control de las cuestiones culturales, esto requiere un total y constante acceso
a la información de su contexto”.(Macías, 2007:72.)
El trabajo cultural al aplicar la
animación sociocultural se realiza para afianzar el sentimiento de pertenencia
a la comunidad mediante la creación, la imaginación, la experiencia colectiva,
la experimentación de modos de vida con más calidad, la asociación voluntaria,
la solidaridad, el pensamiento reflexivo personal que lleva a una autonomía para tomar decisiones.
Por eso resulta imprescindible tener en
cuenta los principios, funciones, objetivos y tareas de la animación
sociocultural expuestos por la investigadora Rafaela Macías en su obra Práctica
Laboral:
Coordinación: Las acciones de Animación
Socio Cultural, por su contenido y alcance, exigen el establecimiento de
relaciones de colaboración con instituciones, organizaciones, organismos,
entidades sociales, políticas, económicas, culturales. En ellas los animadores
socioculturales encuentran similitudes en cuanto a las intencionalidades de los
procesos de emancipación, recursos materiales y financieros, espacios para la
realización de las acciones, entre otros.
Cooperación: La Animación Socio Cultural
se desarrolla en un contexto matizado por la complejidad de estructuras
sociales, aplicación de políticas y presencia de diferentes agentes del
desarrollo, las cuales, en gran medida acometen diversos proyectos y programas,
todos con enfoques diferentes, pero a la vez necesarios. La Animación Socio
Cultural no debe prescindir, ni
subestimar la presencia de todos ellos. La cooperación es por tanto
imprescindible, integrar, facilitar, socializa enfoques, experiencias,
encontrar la unidad dentro de la diversidad, se presentan como importantes
exigencias para la Animación Socio Cultural.
Objetividad: La Animación Socio
Cultural asume la realidad tal y como
ella se presenta, con su diversidad y contradicciones. Indica en qué medida la
Animación Socio Cultural como
alternativa de la cultura, puede incidir en el perfeccionamiento de las
relaciones sociales y el mejoramiento de la calidad de vida.
Funciones de la animación sociocultural
- · Educativa
- · Comunicativa
- · Ideológica
- · De dirección ( organizar, planificar, ejecutar-mando, evaluar)
Tareas más significativas
- · Conocer la cultura del país, región, comunidad así como los elementos más significativos de la cultura universal.
- · Conocer la realidad con la cual se trabaja.
- · Descubrir las formas prácticas de facilitar la incorporación de las personas al desarrollo cultural.
- · Descubrir a los promotores y animadores naturales para su formación.
- · Organizar, planificar, ejecutar y evaluar acciones, proyectos y programas.
- · Objetivos de la animación sociocultural
- · Gestar procesos participativos, a partir del conocimiento de los bienes y valores del patrimonio cultural.
- · Aplicar las políticas culturales en los diferentes ámbitos en que ella se desenvuelve.
- · Facilitar la comunicación fluida de todos aquellos que estén interesados en interpretar y transformar su entorno (Macías, 2007:131).
La animación sociocultural tributa al
desarrollo de la cultura porque aporta
un cambio cultural en las actitudes, las maneras de relacionarse, de
crear, donde la cultura se concibe como manera de estar y hacer, como forma de
expresarse e interpretar las cosas, a su vez la acción cultural como fundamento
de la animación es entendida como una acción abierta; cuya finalidad básica es
desarrollar el concepto y la práctica de la cultura como participación que
responda a las necesidades e iniciativas propias de grupos y comunidades, como complejo proceso
dirigido a estimular el protagonismo
individual y grupal.
El
propósito también va encaminado a fortalecer las capacidades de la
población para participar en las decisiones que afectan su vida y para optar
por estilos de vida saludables, estimular al intercambio de conocimientos
diversos, de modo que el proceso de desarrollo de la cultura, se incorpore al
conjunto del patrimonio cultural de nuestra
región, así como fortalecer la capacidad de convocatoria de las
instituciones culturales.
La animación sociocultural fortalece la
capacidad de convocatoria de las instituciones, lo que permite valorarla como
alternativa para la promover la participación de la población en su
transformación cultural; en ella las acciones socioculturales son planeadas,
ejecutadas y evaluadas por los protagonistas del cambio cultural, las acciones
y prácticas socioculturales exigen el respeto a las ideas, opiniones y valores
de los individuos y grupos. Esas acciones
socioculturales se llevan a cabo en grupos, para grupos y con
grupos, materializan las ideas plasmadas
en las políticas culturales. Otro aspecto importante es el referido a que el
ámbito en que se desarrollan las prácticas y acciones culturales es amplio y
diverso.
La animación sociocultural se vuelve una
alternativa para el desarrollo cultural de la comunidad al potenciar el trabajo sociocultural mediante
proyectos en los cuales se implique a todos los factores y miembros de la
comunidad. El profesional de la cultura debe identificarse ideológicamente con
la misma, lo que le permitirá elaborar el proyecto de animación sociocultural
para la transformación sociocultural necesaria.
Como esencia en la animación
sociocultural se expresa el proceso de participación, elemento vital en la
acción de la extensión en los tiempos actuales, planteando la necesidad de
dinamizar las potencialidades de la comunidad, encaminada al logro progresivo
de su autogestión. Se asume que el elemento participación adquiere diferentes
dimensiones o niveles y que sólo en la práctica de la animación sociocultural
alcanza su esencia, cuando convierte el
objeto en sujeto de su propia transformación, potenciando la autogestión y
autonomía.
Ander Egg (1987) plantea que en el proceso o práctica de la animación
Sociocultural se pueden distinguir tres momentos o aspectos principales:
Labor de sensibilización y de creación de
un clima de interés en la promoción de las actividades socioculturales. En el
que se pretende lograr que las necesidades socioculturales se expresen como
preocupación en la cotidianidad de la vida de la gente, ayudando a tomar
conciencia de ellas y creando una valoración positiva por la cultura y la
participación en la vida asociativa como forma de afrontar problemas comunes.
Capacitación de los animadores, esto
presupone la capacitación de los miembros de los grupos de formación, tanto en
el manejo de Técnicas instrumentales como en la comprensión de la realidad. De
lo que se trata es de formar líderes naturales, animadores voluntarios y a la
gente en general para emprender las acciones. Así como, disponer de espacio ó
ámbito apropiados para la realización de las actividades socioculturales.
Promover la organización de actividades
socioculturales con la participación de la gente garantizar que se emprendan
las tareas de promover, organizar y desarrollar actividades socioculturales.
También habrá que tener en cuenta la
multiplicidad de iniciativas e instituciones que promueven y realizan
actividades sociales, culturales y educativas en la comunidad para economizar
energías y esfuerzos, promoviendo lo que se está haciendo y aprovechando lo que
podría ser un trabajo conjunto.
Los procesos de animación sociocultural
se encaminan finalmente hacia el logro de una muy importante aspiración: la de
formar a los agentes del cambio cultural, principales encargados de dar
continuidad a los movimientos de transformación iniciados por el animador
sociocultural; unos animadores han de formar a otros que a su vez formarán a
unos terceros, garantizando con ello el efecto multiplicador de esa formación.
Este aspecto revela el gran aporte o
carga social que asume la animación sociocultural como proceso participativo
que desde sus inicios aspiró a la transformación de los individuos en agentes
activos del medio en que se desenvuelven y a que estos a su vez establecieran
una relación y un comprometimiento estrecho con el desarrollo social y cultural
de su comunidad, desarrollando la iniciativa, creatividad y el dinamismo.
De esta forma se posibilita un
enfrentamiento a la realidad a partir de sus propios medios y lleva a cabo
acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida, mejoramiento que se traduce en asumir la
animación sociocultural como un proceso
mediante el cual la comunidad se convierte en protagonista de su propio
desarrollo, moviliza las formas de hacer y pensar de las personas mediante la
participación y el compromiso. Así se logra la transformación de la comunidad
producto de una mayor participación activa y consciente de cada individuo que
implica un crecimiento espiritual como resultado de su relación comprometida
con el entorno.
Desde esta posición comprometida de los
individuos es desde donde surge la animación sociocultural y este es su
principal objetivo movilizar a la
población, implicar en su entorno, lo que significa que las personas conozcan
sus problemas, los jerarquicen y se hagan responsables de ellos, buscando
alternativas para resolverlos.
La participación es en definitiva una vía
de formación del propio sujeto que le lleva a un constante compromiso con su
medio. Su realidad física, una realidad viva y vivida por el sujeto, es un
indicador básico que nos muestra la transformación de la comunidad.
Relacionado con la animación
sociocultural hay que resolver en la práctica cuatro problemas principales:
- · De personas: a quienes van dirigidos (destinatarios) y con quienes se realiza (responsable)
- · De lugar: dónde, refiriéndose al ámbito espacial
- · De tiempo: cuándo, se define el ámbito temporal
- · De técnicas: con qué (equipamiento, utilaje profesional) y cómo, cuando se refiere a las técnicas a utilizar.
Cuando se trata del lugar dónde se va a realizar una actividad cultural
en concreto, se pueden tener presentes algunos criterios tales como:
·
La índole de la actividad
cultural que se va a realizar.
·
Si la actividad está centrada
en un grupo o en la colectividad.
·
El tipo de destinatarios.
De
ordinario el “cuadro temporal” de la animación sociocultural se
visualiza como una forma de utilización del tiempo libre. Más que eso de lo que
se trata es de que ese tiempo se pueda
llenar con un significado más personal que posibilite encontrar los medios
para la originalidad creadora, ya sea en las relaciones humanas, la convivencia
o el ámbito de lo artístico en sus variadas manifestaciones.
Cuando nos referimos a con qué y cómo se
hace, cabe señalar que con qué se refiere a los medios técnicos para
realizarla; y el cómo a los medios instrumentales, las técnicas
socio-pedagógicas empleadas.
Resulta importante tener presente los
medios instrumentales donde se tiene en cuenta las diferentes maneras de
realizar las actividades que pueden considerarse:
- · Formación: cursos, seminarios, ciclo de conferencias, mesas redondas, círculos de cultura.
- · Difusión: del patrimonio heredado, museos..arte, ciencia, técnica, tradiciones culturales. Bibliotecas, fonotecas, videotecas.
- · Artísticas no profesionales: cine, teatro, música, danza, fotografía, títeres o marionetas, escultura, pintura, grabado, cerámica, tapiz.
- · Lúdicas: esparcimiento, recreación, acampadas, juegos, deportes.
- Las técnicas socio-pedagógicas:
- · Técnicas grupales.
- · Técnicas de información-comunicación.
- · Actividades culturales propiamente tales: artísticas o lúdicas.
- · Exposiciones.
Se coincide con la idea de Martínez y
González al señalar que la Animación Sociocultural:
“... reclama una labor más sistemática en el
campo de las investigaciones que contribuya especialmente a sistematizar las
diversas prácticas existentes mediante aportaciones teóricas que puedan
resolver uno de los principales problemas a los que hoy se enfrenta la
Animación SocioCultural en su accionar: el practicismo, que no es más que la
tendencia a concebirla como conjunto de prácticas sociales que tienen por
finalidad la participación de las comunidades
en el proceso de su propio desarrollo, causa por la cual se concibe el
proceso de participación de los comunitarios sobre la base del accionar
práctico, con lo que se subestima el campo teórico sobre el cual se sustenta la
Animación SocioCultural , los presupuestos teóricos que la nutren y hacen de
ella toda una metodología y no un conjunto de meras prácticas participativas”.
(Martínez y González, 1998:3)
Se hace necesario incrementar la labor de
la universidad como institución cultural en función de desarrollar el nivel de
la población y la difusión de los valores de nuestra Cultura Nacional, mediante
proyectos socio-culturales que demandan del conocimiento altamente calificado y
del potencial científico de estos centros.
Desde la animación sociocultural el
trabajo cultural se efectúa para la creación, la imaginación, la experiencia
colectiva, la experimentación de modos de vida con más calidad, la asociación
voluntaria, la solidaridad, la autonomía personal para tomar decisiones, el
pensamiento reflexivo y el sentimiento de pertenencia a la comunidad. Por eso
contribuye a que las personas identifiquen sus posibilidades, así influye en la
confianza, capacidad y potencialidad creativa e innovadora del hombre como constructor y consumidor de su propia cultura que lo dirija hacia el
desarrollo social.
Actualmente la animación sociocultural se
presenta como una metodología de procesos participativos en grupos porque
rechaza el enfoque de la participación sólo como asistencia, su naturaleza
apunta a que la población desempeña un
papel fundamental en su transformación sociocultural y en su desarrollo cultural.
Las reflexiones hasta aquí expuestas,
conducen a compartir la definición dada por Macías Reyes, a partir de la
experiencia del Proyecto ENTRESCULTURAS aplicado en una comunidad de la ciudad
de Las Tunas:
“La animación sociocultural se asume como
un proceso complejo presente en el desarrollo cultural de las comunidades,
instituciones, sectores y grupos dirigidos a lograr la real participación de
los actores sociales en la cultura. En este proceso, la animación sociocultural
descubre las formas prácticas de facilitar la incorporación al desarrollo
cultural, no sólo la memoria histórica, las tradiciones, costumbres, sino
también las nuevas propuestas de alternativas para la conservación, defensa y
desarrollo del patrimonio cultural, la identidad, el sentimiento de pertenencia
y la cultura”. (Macías: 2007; 120)
Sus razonamientos presentan elementos que
permiten visionar a la comunidad en una dimensión global e integral, al abordar
importantes ideas que permiten comprender que acciona como alternativa de la
cultura viva en el trabajo de las comunidades, como un proyecto de intervención
para motivar, estimular a los comunitarios y que éstos a su vez, sean capaces
de iniciar su propio desarrollo sociocultural.
Induce la importancia de los procesos de
participación en los colectivos y comunidades, que estimule, que implique y
responsabilice a los ciudadanos, que lleve a la pluralidad cultural y social,
teniendo en cuenta el propio proyecto de cada comunidad y despertar la
capacidad de análisis, organización, creación y expresión.
Después de los análisis efectuados la
autora destaca que los estudios sobre la animación sociocultural cobran cada
vez más importancia en los ámbitos cultural y social, este término
ha pasado a ser en estos años uno de los más polémicos en lo que a las
Ciencias Sociales se refiere, caracterizada por un auge creciente del trabajo
en comunidades, escenarios en donde se recrea y desarrolla la animación
sociocultural como acción consciente que desarrollan hombres y mujeres comprometidos con su
realidad y en la que se destacan individuos, grupos y comunidades a partir de
sus valores hacia formas superiores de convivencia en los terrenos social y
cultural.
Para promover la participación
comunitaria y el desarrollo juega un papel fundamental la animación
sociocultural donde el animador está encargado de unir esas fracciones,
estimular la tolerancia y el espíritu de equipo y obtener decisiones
consensuadas.
La animación sociocultural, se
concibe como una alternativa
participativa para materializar proyectos de desarrollo cultural, que tienen
entre sus principios fundamentales asumir la categoría cultura de una manera
amplia y precisa.
Tiene que ir orientada sobre todo a la
participación en la cultura y no tanto al "consumo" de cultura. Es
una educación en el goce estético. Debe
ser capaz, a través de los procesos culturales de destacar lo autóctono de una
nación, comunidad, barrio, localidad, partiendo de lo intrínseco. Sólo de esta
forma se podrá interpretar la realidad dada al hombre. Como acción cultural
constituye el elemento más dinámico para lograr la participación, teniendo como
base las necesidades culturales de las masas.
El trabajo sociocultural comunitario cada
día cobra mayor importancia, debido a que son cada vez más las necesidades
socioculturales de los comunitarios y menores las posibilidades de las
entidades estatales de participar en su solución. Por ende hay que lograr la incorporación
creciente y paulatina de estos en la solución de sus propios problemas, a
través de la participación masiva en la toma de decisiones y ejecución de
acciones concretas encaminadas a su desarrollo cultural.
CONCLUSIONES
La indagación científica realizada ha
permitido concluir que la animación sociocultural como alternativa para el
trabajo cultural puede convertirse en un mecanismo que contribuya a estimular la creatividad, participación,
cohesión grupal y la satisfacción de las necesidades culturales de los
comunitarios. Cuenta con una serie de recursos que son eficaces para mediante
la realización de acciones culturales llevar a cabo un proceso en las
comunidades que contribuya a su transformación sociocultural.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Para citar este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Góngora González, A.: "Animación
sociocultural y desarrollo cultural ", en Contribuciones a las Ciencias
Sociales, Abril 2012, www.eumed.net/rev/cccss/20/
BIBLIOGRAFÍA
Almazán del Olmo, Sonia y Torres Moré
Pedro. Panorama de la Cultura Cubana. Antología Ciudad de La
Habana, Editorial Félix Varela . 2006
Álvarez Navarrete Lilian. El rol de las comunidades en la defensa
de la diversidad cultural un enfoque desde el derecho de la cultura.
2007
Ander-Egg Ezequiel: Metodología y Práctica del desarrollo de la Comunidad.
Editorial. “ El Ateneo “. SA de SU México, 1998.
…………….. La promoción sociocultural en América Latina, 1986.
…………… ¿Qué es la animación sociocultural? Editorial Humanitas
Buenos Aires, 1987 pp116.
Besnard, Pierre. El Animador Sociocultural. Funciones, Formación, Profesión,
Ed. Grup Dissabte, España, 1986.
…………………… La Animación Sociocultural.Ed. Paidós, España, 1999.
Caballero Rufo Felicidad cubanos: ustedes son lo máximo. 20 de octubre de
2007 Juventud Rebelde p 6
Cembrano Fernando, David Hernández y
María Bustelos La animación
sociocultural una propuesta metodológica
1992
Colectivo de autores. “Metodología de animación sociocultural
desde el proyecto Unicornio”, Universidad de Oriente, 1996, 100 pp.
Engels F “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”
Obras escogidas en tres tomos t3, p 69
Guadarrama Pablo y Peregrin N. Lo universal y lo específico en la cultura. Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana p. 87.
1990.
Hart Dávalos Armando Cultura para el desarrollo Editorial de Ciencias Sociales,
La Habana 2001.
Hernández Rodríguez Guillermo Julián. Reflexión en torno al desarrollo cultural y desarrollo humano 2004.
Macías Reyes, Rafaela “UNIVERSITAS”: proyecto de transformación
sociocultural del Centro Universitario
de Las Tunas 2003.
……………. Práctica Laboral, 2007 pp200.
……………….. Proyecto ENTRESCULTURAS. Centro Universitario Las Tunas,
2007.
Martínez Tena, Alicia, y González
Estévez, Varinia:”La animación
sociocultural: una aproximación
necesaria desde la experiencia de Cuba” Universidad de Oriente,
Santiago de Cuba, 1998, pp35.
Mervyn, Claxton Cultura y Desarrollo, Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural,
1998-1997.
Ministerio de Cultura, Programa Nacional Cultura Comunitaria,
La Habana. 1999
Programa de Trabajo Comunitario Integrado, 2000.
Puig Picart Tony: Animación Socio cultural, cultura y territorio. España.
Editorial Popular. SA 1998.
Quintana, José María: “Fundamentos de la animación
sociocultural” edit. Lumen Humanitas,
Argentina, 1992.
……………..La Animación Comunitaria, edit. Lumen Humanitas, Argentina, 1997.
Suárez, Oilda Carrusel. “Proyecto de animación sociocultural para
la integración de niños ciegos y videntes en la comunidad” Tesis para
optar por el Título de Master en Trabajo Social Comunitario.Universidad de
Oriente. Facultad de Ciencias Sociales. Santiago de Cuba. 1998.
Vargas G. Lola Hacia la creación de una comunidad cultural de países de habla
española Revista de Psicología -Vol. III N* 1 - Año 1992